El 22 de enero de 2023, comienza el año nuevo según el Calendario Chino. Se trata del año del Conejo de Agua Yin.
La energía de este año 2023, es más calmada y serena que la del 2022, que ha sido también un año Agua; pero de polaridad Yang y representado por un animal como el tigre, mucho más enérgico y agresivo que el conejo.
El I Ching nos enseña que la energía del elemento Agua nos inclina a la interiorización y a profundizar en nuestras raíces, buscando nuestra esencia; si además, el Agua se manifiesta en su forma Yin, será mayor la tendencia hacia la quietud, la conexión con nuestra fuente interior, la búsqueda de la fluidez y el movimiento suave, sin violencia; intentando, como el agua calmada de un río, llenarlo todo, llegar a todos y regarlo todo.
Pero no hay que pensar que el Agua, por ser calmada, es débil. Todo lo contrario, en su interior hay una gran energía, una gran fuerza capaz de movilizar, transformar y ayudar a dar un gran cambio en nuestra vida personal y el gran salto de Conciencia que la humanidad y el mundo actual necesitan.
La energía del Conejo acompaña esta vibración Yin, puesto que sus cualidades son la simpatía y afabilidad, familiaridad, prudencia, discreción e inteligencia. Implica buenos modales, diplomacia, suavidad, solidaridad, tendencia hacia la armonía, sentido estético y talento artístico. El conejo es fértil, ama la paz y detesta la guerra o la violencia.
Esta energía favorece la búsqueda y creación de un hogar, los hijos y las relaciones familiares.
Esto unido a la energía Agua Yin supone una oportunidad para sanar emociones y relaciones de pareja o familiares desde una actitud suave, cuidadosa, humilde y comprensiva.
A nivel internacional se pueden esperar acuerdos diplomáticos para resolver los conflictos; pero hay que estar muy alerta; pues la energía del Conejo puede también transformarse en Liebre, que es mucho más rápida, imprevisible, poco fiable y escurridiza.
En algunos países, como Japón, el Conejo se traduce como Gato, lo cual representa una energía mucho más dócil, doméstica y familiar.
Según vaya avanzando el año 2023 podremos ver en qué vibración se va manifestando esta energía entrante.
En el terreno económico no es apropiado arriesgar, invertir o endeudarse; más bien, ser prudentes y ahorrar. Mucha cautela y “mirar la letra pequeña”.
En cuanto a lo menos bueno, como ha pasado en 2022, cabría esperar desastres naturales relacionados con el agua como inundaciones; o, por el contrario, sequías.
En la salud, habrá que cuidar especialmente los Riñones y podremos ver incrementarse las enfermedades relacionadas con la energía Agua en desequilibrio: afectaciones del sistema nervioso y enfermedades autoinmunes, enfermedades que se manifiestan en los huesos y la médula ósea; problemas de oído… y, por insuficiencia y debilidad del Agua, enfermedades de un Fuego excesivo, como ACV, afecciones cardíacas y circulatorias.
En el contexto energético actual, la cercanía de la energía Madera de los dos próximos años 2024 y 2025, hace necesario un profundo cambio en nuestros hábitos de alimentación, relación, trabajo, ocio… optando por una alimentación más fresca y natural, libre de sintéticos y tóxicos, y dedicando tiempo a la meditación, a la relación con la Naturaleza, a la práctica de Qi Gong y de actividades creativas que eviten el estrés y favorezcan la libre circulación de la energía para evitar el estancamiento de la energía hepática tan relacionada con la enfermedad oncológica.
Por otro lado, siempre es recomendable hacer limpiezas, tanto internas como externas, en los cambios de año; y comenzar el nuevo año “limpios” en todos los sentidos. Es decir, sin cuentas pendientes: sin deudas, sin enemistades o peleas, sin haber dejado cosas a medias y sin arrastrar objetos, conflictos o hábitos viejos o que ya no nos sirven.
La energía de la Liebre, el Conejo o el Gato otorga protección y conexión con energías más sutiles que nos ayudarán a realizar felizmente los cambios que sean necesarios. Es de destacar, según la concepción china, que el Conejo aporta mucha suerte y tiene algo mágico; como un elixir de inmortalidad.